«Vivimos en una sociedad que juzga a quienes salvan vidas»

Esta entrevista fue publicada primero en Aula Magna el 17 de mayo de 2018, pero a continuación podrá leer el resto de la entrevista. Esta parte no fue publicada para que no resultara excesivamente larga. Si no leyó la parte publicada en Aula Magna, le recomiendo hacerlo ahora.

Antonio Pampliega, conocido periodista en zonas de conflicto, visitó la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, donde cerró un ciclo de conferencias por el 25 aniversario de la Facultad. Donde despertó conciencias con su conferencia Los ojos de la guerra.

También tuvimos la oportunidad de conocerlo y de conversar extendídamente con él. Tratando una gran variedad de temas como la actualidad del periodismo, su secuestro o su trabajo, donde destacan su próximo libro y nuevos reportajes sobre Yemen y Venezuela. El conflicto de Oriente Medio también fue tema central de la entrevista, donde de primera mano nos expone sus impresiones respecto a la situación de los refugiados y los atentados contra el pueblo palestino.

Trabajo

Estás escribiendo un nuevo libro, ¿de qué trata?

Sí, estoy escribiendo un nuevo libro con Planeta. Trata sobre un médico italiano, que se llama Alberto Cairo, quien lleva trabajando para Cruz Roja en Afganistán desde 1990. Ayudando primero a amputados de guerra y desde el 95 a todas las personas discapacitadas del país. Empezó con un hospital en Kabul y actualmente tiene siete en todo el país. Es una persona que en su hospital atiende a la vez a talibanes, a muyahidines y a soldados del ejército afgano. Es un señor que durante el régimen talibán exigió a Mulá Omar y su gobierno que en su hospital hubiesen mujeres trabajando atendiendo a otras mujeres que eran discapacitadas, que habían perdido piernas o brazos durante la guerra. Esto en un país donde las mujeres fueron encerradas en casa. Este señor lo consiguió porque les dijo que si sus empleadas no trabajaban, el dejaba de atender a todos los talibanes que venían a pedir ayuda. Y a través de él no solamente le han dado prótesis a muchísima gente, sino que, además, lo que ha hecho es que los ha integrado. Todos los empleados que hay en los hospitales de Cruz Roja –en los siete– son discapacitados, todos. Incluido fisioterapeutas, doctores, el personal de limpieza, la gente que hace las prótesis… todos. En un país donde se arrincona al discapacitado.

¿Y cuándo se publicará?

La semana del 15 de noviembre. Si lo termino (añade con una pequeña risa).

[Esta era la fecha prevista cuando se realizó la entrevista en mayo. Actualmente la fecha de publicación será el 16 de octubre y se puede reservar ya en Amazon].

Portada del libro.

¿Qué te motiva para viajar a zonas de conflicto donde te puedes jugar la vida?

Porque creo que la labor del periodista es enseñar lo que está ocurriendo en esas zonas. Por ejemplo, como os decía en la conferencia, si el día de mañana hay una guerra en mi país, a mi me gustaría que viniesen periodistas extranjeros y la contasen. Para que esto no fuera un agujero negro. También lo que me motiva es sentarme con alguien a quien no conozco de absolutamente nada, compartir un par de tés o cafés y que me regale su historia. Que a lo mejor luego la publico o no dependiendo si es buena o no. Pero simplemente sentarme y escucharle. Que él se desahogue. Eso es… no hay dinero que pague eso. Me encanta. Es una oportunidad de conocer otras culturas, de profundizar y de vivir en primera persona la historia. O sea, lo que el día de mañana los jóvenes van a estudiar en los libros de historia, yo se lo podré contar a mi hijo. Cuando mi hijo estudie la guerra de Sira, Somalia o Afganistán; yo le puedo contar lo que es porque la he vivido. Es una riqueza personal impagable. Y de eso se aprovechan los medios de comunicación. Porque saben que hacemos este trabajo y nos da exactamente igual el dinero.

Tienes asumido que con tu profesión algún día te matarán, cuando te despides de tu mujer para marcharte a trabajar no sabes si volverás. ¿Cómo se vive esto?

A ver, tengo miedo a la muerte. Tengo mucho miedo a la muerte (insiste). De hecho me da pavor porque me perdería muchas cosas. Todavía no tengo hijos, pero el día de mañana si me gustaría tener críos. Y claro, no verlos crecer o perderme tantas cosas… me da mucho miedo. También tengo asumido cual es mi profesión y lo que me puede pasar. Las reglas del juego son estas. Si voy a una guerra, es posible que me maten. Es igual que un albañil, si se sube a un andamio, sabe que se puede caer. Mi profesión es más peligrosa relativamente. Pero eso no impide que yo vaya. ¿Cómo se lleva eso? Lo que se intenta hacer cuando estás aquí con la gente que te quiere es aprovechar al máximo porque no sabes cuando se va acabar esto. Una de las cosas que me ha enseñado el secuestro es que la vida es super efímera. Hoy estás y mañana no. Pero no puedes estar por una enfermedad, por un accidente de tráfico o por un secuestro. Y muchas veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

De entre todos sus trabajos, ¿cuáles destacaría?

Destacaría sobretodo la cobertura de Siria. Y dentro de la cobertura de Siria, el reportaje que hice sobre los Cascos Blancos en la ciudad de Alepo que fue en mayo de 2014. Y también justo en esa época hice otro reportaje sobre los rebeldes en la ciudad de Alepo. Era de la unidad militar de Ahrar al-Sham. Quienes se dedicaban a hacer túneles subterráneos en la ciudad vieja de Alepo, llenarlos de explosivos y después estallarlos. López y yo fuimos los únicos periodistas del mundo que nos conseguimos meter dentro de uno de esos túneles. Pudimos ver como era el proceso. Normalmente, todas las imágenes están grabadas por los rebeldes y nosotros conseguimos meternos en un túnel, estar con ellos mientras excavaban y después mientras lo volaban. Me siento orgulloso de ese trabajo. Pero ese trabajo lo conseguimos gracias a nuestro fixer, porque sin ellos nosotros no somos quienes somos.

Has estado trabajando junto a Proactiva Open Arms, ¿cómo fue?

He estado dos veces con Proactiva. Estuve en marzo del 2017 y en diciembre de 2017, de hecho pasé la Navidad con ellos. Y como les dije a los voluntarios, ir con ellos me reconforta con el ser humano. Es mi forma de limpiarme de toda la mierda que veo durante el año. Ver a gente que deja su familia, se mete en un barco con otras 15 personas que no conoce de nada y se mete dos semanas para intentar salvar vidas gratuitamente es la polla. Es maravilloso. A mi me encanta el trabajo que hacen. Lo he visto en primera persona y yo recuerdo la primera patera que rescatamos. Me puse a llorar. Pero a llorar mientras estaba grabando. Porque me di cuenta por primera vez en mi vida que si esta gente no estuviera, se hubiesen muerto todos los que nosotros rescatamos. Y eran 150 personas. Y hostias, te das cuenta de la labor que hacen. Una labor que por desgracia no se reconoce.

Una vez hiciste un reportaje sobre una niña boxeadora que entrenaba en el mismo estadio que los talibanes ejecutaban mujeres. Un periódico deportivo español te ofreció publicarlo a doble página, pero solo a cambio de visibilidad. Es decir, gratis. ¿Qué periódico fue? ¿Qué opina de casos como este? ¿Y qué nos puede contar del reportaje?

Fue el Diario AS. Le gustó la historia, me ofreció publicarla gratis con fotos de Diego Ibarra, gratis también. Obviamente dijimos que no. ¿Qué hizo el Diario AS? Cogió las fotografías de agencia de Reuters, cogió el texto de Reuters y lo firmó como si lo hubieran escrito ellos. Es decir, yo les di la idea y como no se la di gratis, lo hicieron ellos. Eso es escupir en la profesión, es una falta de respeto a los profesionales. Y también es una falta de respeto que lo hagan compañeros que están en las redacciones y que no digan que no por miedo a perder su trabajo. El redactor al que yo le ofrecí ese reportaje es el mismo que hizo luego el artículo. Y se tendría que haber plantado y decir: “no, esta historia la consiguió este chaval“. O si lo publican, que firme Reuters. No una persona desde Madrid diciendo que ha estado en Kabul entrevistando a la niña. Es falta de ética y de moral por parte de muchos compañeros y de muchos directores de periódicos. No puede ser, tío. A mi me da vergüenza. Me da vergüenza ver la profesión que tenemos. Donde lo que hay son piratas y medios de comunicación, sobretodo directores, que les da exactamente igual lo que cobran los que están debajo. Y si los freelance cobran o no cobran. Cuando ellos tienen comidas de empresa, coches de empresa, tarjetas de empresa… de que coño estamos hablando. Son ellos los que se han cargado la profesión. Dos generaciones anteriores a nosotros, esos se han cargado la profesión. Los que iban a gastos pagados a cubrir las guerras, se pulían tarjetas de empresa… Esos se la han cargado. La generación de Reverte, Alfonso Rojo… que han ganado mucho dinero en las guerras y a partir de ahí han cerrado el grifo.Y ahora nosotros nos estamos comiendo eso.

Actualmente está realizando unos reportajes para Cuatro con Pasaporte Pampliega. ¿Por fin un medio televisivo ha decidido apostar por tí y por este periodismo?

Sí, por fin. Cuatro ha decidido apostar por información internacional. Me han dado ocho programas y hay que agradecérselo muchísimo. Ojalá la audiencia acompañe. Ojalá le guste a la gente lo que vea. Es una ventana pequeñita, aunque es muy importante porque es en prime time en una cadena nacional. Pero como te digo, es una ventana muy pequeñita para acercar una realidad que nos pilla muy lejos. Y si con ese programa logramos despertar una sola conciencia, ya merece la pena. No quiero cambiar el mundo porque es imposible. Pero sí quiero concienciar a la gente de la suerte que tenemos. Por ejemplo, acabo de volver de México con un tema sobre narcotráfico y etc. Pero hemos ido más allá del narcotráfico. Hemos ido a hablar con las víctimas. Y que una madre te cuente como perdió a su hijo con 10 años y que se rompa a llorar… ya humanizas el conflicto. No solamente son narcos matando narcos. Sino que hablas con la víctima. Esto es lo importante. Siempre, siempre hay que hablar con la víctima. Hay que darle voz a ella. Porque al final son los máximos olvidados de los conflictos. Entonces, para mí es una oportunidad cojonuda. Llevo 10 años peleándome por hacerme un hueco y esta gente me lo ha dado. Ojalá, los espectadores y la audiencia lo acoja bien.

También vas a tratar el tema de los ultras rusos del fútbol.

Ese es el primer reportaje que vamos a hacer. Va a ser sobre los hooligans rusos para el mundial.

También trata los matrimonios forzosos de niñas en Afganistán.

Ese es otro tema muy bonito porque uno de los motivos por los que Estados Unidos y la OTAN invadieron Afganistán, era porque querían darle derechos a las mujeres. Entonces, lo que vamos a demostrar es que no le han dado ningún tipo de derechos. Afganistán es el segundo país del mundo donde más matrimonios infantiles hay. Niñas que se casan con 12 o 15 años con señores que tienen 40 o 60. Lo que acaban haciendo es comprarlas por dinero o dotes. Y todo eso tiene consecuencias. Las consecuencias son que muchas de estas niñas intentan escapar de esas personas que la primera noche las violan. Porque claro, son ‘suyas‘. En Afganistán si una niña o una mujer escapa de casa y pasa una noche fuera de sus casas sin en el consentimiento de su padre o de su marido, va directamente a la cárcel. Eso está en la constitución apoyada por España entre otros países. Además, aquellas que no se atreven a escapar lo que hacen es comprar gasolina, se rocían el cuerpo con ella y se prenden a lo bonzo para intentar quitarse la vida. Otro problema es que muchas no lo consiguen y quedan desfiguradas por el fuego. Eso es lo que vamos a contar. Las consecuencias de un Afganistán que aquí no llega. Aquí lo único que llega de Afganistán son los bombazos y los atentados. Pues no, hay más cosas. Hay que saber las consecuencias y como vive allí la mujer para que luego hablemos con propiedad de lo que es Afganistán. Este me gusta mucho. Muchísimo porque creo que va a despertar muchas conciencias. Va a abrir los ojos de mucha gente que no tiene ni puta idea de como se vive en Afganistán.

Y también hablará sobre las redes de sicarios en España.

Así es, vamos a tratar las redes de sicarios en España. Y lo vamos a llevar hasta Medellín que es desde donde más vienen. Me gusta la historia porque es la primera vez que voy a trabajar en Colombia. Nunca he hecho temas de sicarios porque no es mi fuerte. Pero lo bueno que tiene este programa es que voy a aprender muchas cosas nuevas. A pesar de tener 36 años soy una esponja. Me apetece muchísimo aprender cosas nuevas y me motiva.

¿Cuándo podremos ver estos programas?

Todavía no hay fecha porque estamos en plena grabación. Sé que el primero, que va a ser el de Rusia, lo van a sacar antes del mundial. El mundial empieza, si no me equivoco, el 14 de junio; será una semana o dos semanas antes. Y todos los demás imagino que cuando hayan más grabados, serán para verano o septiembre.

Están pensando en viajar a Yemen. ¿Por qué?

Porque es uno de los grandes conflictos del siglo XXI que me falta. Junto con Libia, a donde no pude ir y tengo esa espinita clavada. Porque no han ido periodistas extranjeros, porque creo que es un agujero negro, porque creo que no se ha contado bien lo que está ocurriendo en Yemen y porque los yemeníes se merecen que alguien se juegue la vida para que el mundo sepa lo que está ocurriendo allí. Mi misión como periodista es enseñar lo que ocurre en estos sitios. Tengo un buen contaco e iré con una compañera si Dios quiere. Es uno de los programas que estamos negociando con Cuatro para ver si lo quieren comprar. Hoy es la reunión, están mis compañeros en Madrid luchando para que Yemen sea uno de los ocho programas porque nos quedan dos. O sea, tenemos seis ya cerrados y nos quedan dos.

¿Cuál es el otro?

El otro es Venezuela sobre los secuestros. Ahora mismo Venezuela es el país del mundo con más secuestros. Hemos encontrado una historia de dos hermanos españoles que no se ha publicado. Son dos hermanos españoles que estuvieron secuestrados en Venezuela durante 34 días. A uno de ellos lo soltaron al poco y al otro se lo quedaron en la selva. Entonces, la Guardia Civil y la Policía Nacional hicieron mogollón de dispositivos para liberarlo. Partiríamos de esa historia. Es decir, con estos hermanos contándonos a cámara como fue su secuestro. Al que se quedó en la selva en condiciones infrahumanas le llegaron a amputar dedos y se lo mandaban al otro hermano para que se diese prisa con el pago del rescate. Ese sería el otro.

Secuestro

¿Le creó algún tipo de secuela el secuestro?

Sí. De hecho estoy aún en tratamiento psicológico, tengo estrés postraumático. Eso no se borra así como así. Es para toda la vida.

Se ha hablado mucho de tu secuestro desde entonces (demasiado sí, añade Pampliega), pero… ¿hay algo que no se haya contado aún? ¿Se puede contar?

Sí. Hay algunas cosas que no se han contado. Pero eso queda para nosotros. No se puede contar porque implica a otras dos personas. Entonces, por respeto a ellos no se puede contar.

¿Qué siente y piensa una persona al encontrarse en una situación tan extrema?

Sobretodo, lo que yo sentía era sentimiento de culpa. Sentimiento de culpa por estar secuestrado. Pero sobretodo por pensar en mi familia y saber el daño que les estaba haciendo. Porque fue un error. Fue un error ir a Siria en esas circunstancias porque teníamos todas las papeletas, como al final así fue, de que nos fuesen a secuestrar. Yo sabía que nos iban a secuestrar. Entonces, durante 299 días te machacas con eso. Con ‘la hemos cagado’. Porque tampoco sabes a ciencia cierta si vas a salir de allí con vida o no. Es cierto que nos tenía Al Qaeda, no el Estado Islámico, que es una garantía entre comillas. Pero tampoco sabes si entre esos meses de secuestro, han llegado entre ellos a algún tipo de alianza para hacer intercambios con prisioneros. Ese era nuestro miedo.

¿Y cuándo sabes que vas a morir?

Hostias, cuando sabes que vas a morir es una mierda. Como te he dicho antes, yo tenía mucho miedo a morir. Muchísimo. Pero más que miedo a morir, que también, tenía miedo a romperme a llorar delante de las cámaras y suplicar por mi vida. Y que mis padres fuese eso lo último que viesen de mí. Eso me jodía mogollón.

Jim Foley era como un hermano para ti, ¿qué nos podrías decir de él?

La mayoría de los periodistas somos gilipollas perdidos. Tenemos ego… no, lo siguiente. En cambio, Jim era diferente. Era una persona super discreta y se desvivía por los demás. No sé si por su fe católica, yo creo que sí. Recuerdo que viendo lo que veíamos en la ciudad de Alepo, donde los rebeldes ni siquiera tenían ambulancias, él les consiguió una. Al llegar a Estados Unidos hizo una campaña para comprarles una y se la llevó. Porque decía que no podían llevar a los heridos en taxi. Era un tipo que derrochaba buenrollismo, vitalidad y energía. Hablaba medio español porque había ido varias veces a México. Entonces, como mi inglés no era bueno, hablábamos en un inglés-mexicano (sonríe). Era un tipo cojonudo.

¿Qué pensó al ver el vídeo de su ejecución?

No me lo podía creer. Porque meses antes habían liberado a Ricardo, Marc y Javier. Entonces, nosotros pensábamos que tarde o temprano lo liberarían, que lo dejarían irse como habían hecho con nuestros otros tres compañeros. Cuando lo vimos de naranja y arrodillado no sabíamos muy bien lo que iba a ocurrir. Y claro, cuando el otro le empieza a cortar la cabeza… dices: ‘hostias‘.

¿Pensó mucho en él y en esas imágenes durante tu secuestro?

Lo tuve muy presente durante mi secuestro. Jim estuvo año y medio secuestrado antes de morir. Y por las cosas que me dicen Ricardo, Marc y Javier que estuvieron con él, el tipo seguía siendo igual de vitalista. Les enseñaba, por ejemplo, a hablar inglés. Intentaba ser el hombro en el que apoyarse todos los demás. Sobretodo, yo me quedo con las últimas imágenes de mi amigo mostrando su dignidad ante esos hijos de puta. Entonces, yo pensaba para mí: ‘si Jim se fue así y el tipo les demostró que realmente era más fuerte que ellos, ¿yo voy a intentar quitarme la vida o a ponerme a llorar como un niño pequeño delante de una cámara?‘ No sé. Intentaba sobrellevarlo de alguna manera.

Austin Tice lleva 5 años secuestrado en Siria, ¿cree que puede seguir vivo?

Va a hacer 6 años en agosto. Yo hablo muchas veces con la familia de Austin. Con Debra, que es su madre, y ellos dicen que sí. Dicen que está vivo, que lo tiene el régimen en una de sus cárceles. Yo no lo sé, nunca más se supo nada. Sacaron un vídeo a los dos meses de ser secuestrado y nunca más se ha sabido de él. Pero yo no me quiero imaginar a ese ser humano, ex soldado americano, en una cárcel del régimen sirio siendo torturado todos los días. No quiero imaginarme como se encuentra. No quiero ni pensarlo.

¿Cree que hay esperanzas de que pueda ser liberado?

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, ¿no? Es posible. Si lo tienen con vida, será porque quieren algo a cambio. Yo, sinceramente, lo veo difícil. Lo veo muy difícil.

A pesar del secuestro no se dejó vencer y continuó con su trabajo. ¿Crees que puedes ser un ejemplo de esperanza y de lucha por lo que crees y por hacer lo que te gusta?

Ejemplo… la palabra se queda grande. Lo que he querido demostrar es que no se puede vivir con miedo. Uno de los objetivos de los terroristas es infundirnos miedo y cambiarnos nuestros modos de vida. Y yo no estaba dispuesto. Si alguien tiene que dejar de hacer zonas de conflicto soy yo, pero porque yo lo haya decidido. No porque me lo hayan impuesto los demás. Entonces, he seguido haciendo zonas de guerra. Pero para eso también he tenido que pedir ayuda psicológica para poder prepararme e ir a terreno. La cabeza es muy puta para eso.

El ABC hizo público su secuestro en lugar de respetar la decisión de vuestros familiares. ¿Cree que hoy en día los medios anteponen el morbo y los clicks al respeto hacia las víctimas y sus familiares e inlcuso a la seguridad de los secuestrados?

A ver, salvo ese hecho puntual, se han portado muy bien los medios de comunicación con nosotros en ese sentido. Tras esa portada de ABC se guardó silencio hasta que nos liberaron. A muchos medios de comunicación les llegaron diferentes vídeos donde nosotros hablábamos a cámara vestidos completamente de negro con los secuestradores detrás. Y jamás lo publicaron. Pero también tengo que estarles desagradecido. No esta mal de vez en cuando darles un guiño. Como a ABC el otro día, que se hizo eco de que puse un tuit con su portada. Como sacando pecho de eso. Y decirles “sí, sí, pero tenéis que pedirle perdón a las familias por hacer lo que hicisteis“. Es decir, no está bien sacar pecho solamente de una cosa buena, cuando la cagaron. Por eso nos dedicaron dos portadas. La primera cuando se hizo publico el secuestro y la segunda como pidiendo perdón cuando nuestra liberación.

Reconoce que está trabajando actualmente para Cuatro y escribiendo para Planeta porque fue secuestrado. ¿Cree que eso ha influido más que su experiencia?

Ha influido muchísimo más. Si no me hubiesen secuestrado, no estaría fichado por Planeta ni tendría un programa en Cuatro. La prueba la tienes en otros compañeros que han sido secuestrados. No han contado su secuestro, no lo han contado tan bien o no han empatizado con el público… no sé. Y no tienen la repercusión mediática que tengo yo. Podría haber seguido cubriendo mil quinientas guerras más y nadia se hubiera fijado en mi. Con 28 años fui el primero en entrar en Siria. Con 28. Nadie se fijó en mi ni en mí trabajo. Pero no vale nada la pena.

[Si quiere saber más sobre su secuestro, le recomiendo leer su libro En la oscuridad].

Conflictos de Oriente Medio y África

Nos contaba que las guerrillas de África son mucho más violenta, ¿qué nos puedes contar sobre ellas?

Sí, los africanos en general son mucho más violentos. Son guerrillas que, por ejemplo, son capaces de entrar a poblados, exterminar a todo ser viviente con el que se cruzan, violar a las mujeres y secuestrar a los niños para convertirlos en soldados. Son guerrillas que en lugar de usar kalashnikov para las ejecuciones usan machetes, hachas, aperos de labranza… Por ejemplo, nos contaba un cura en el Congo que había visto el cuerpo de una mujer embarazada que había sido abierto con un machete, al niño lo extrajeron de las entrañas de la madre una vez muerta y lo reventaron contra la pared de una casa. Piensas… ¿qué cojones ha hecho el ser humano para acabar así? El ser humano es capaz de poner a una persona en la luna, pero al mismo tiempo también de hacer esto.

Recientemente fueron juzgados tres bomberos sevillanos por rescatar a refugiados. ¿Qué opina sobre que se les detuvieran y juzgaran por salvar vidas?

Me parece una aberración. O sea, que se juzguen a los bomberos y no sean juzgados José María Aznar, Tony Blair y George Bush por crímenes de guerra en Irak. Vivimos en una sociedad donde se juzga a aquellos que salvan vidas y los que las quitan reciben honores. A mi me parece un insulto.

¿Qué opina de las armas químicas?

Tanto el régimen como los yihadistas son capaces de usarlas. Teniendo en cuenta que Bashar al Asad ha matado a más de medio millón de personas y ha conseguido que hayan millones de sirios huidos de su país. Teniendo en cuenta esto, cualquier cosa es creíble. Sobretodo teniendo en cuenta que tiene detrás el apoyo de Rusia y puede hacer exactamente lo que quiera. Nadie va a hacer nada. Por ejemplo, Donald Trump bombardeó bases sirias. 10 días después del ataque químico y después de haber avisado tanto a Siria como a Rusia de que les iba a bombardear. ¿Te imaginas a los Aliados llamando a los Nazis diciendo que iban a invadir la playa de Normandía? A mi me parece raro.

¿Cómo debería informar la prensa sobre estos conflictos como el de Siria?

Apostando por ir al terreno. Pero no solo en el conflicto de Siria, en todos los conflictos. Se debería ir al terreno a trabajar. No se puede cubrir una guerra desde Madrid o desde Málaga. Es imposible. Es que no entiendes lo que está pasando. Además, tienes una visión parcial y sesgada porque muchas veces la visión que recibes es de corresponsales y de gente sobre terreno que no sabes muy bien en qué bando está posicionado. Pero claro, enviar a gente sobre terreno es caro. Y si somos una empresa que lo que queremos son beneficios, no podemos mandar a nadie.

¿Qué hemos hecho mal en Occidente cuando la gente de aquí se decide a viajar a Siria e incluso a cometer atentados?

Hemos hecho mal entre otras cosas señalar a inmigrantes, convertirlos en ciudadanos de segunda, meterlos en guetos, ser muy racistas o más que racistas, clasistas. Y nosotros tenemos pocos problemas comparado con los que pueden tener franceses, belgas y británicos. Ellos tienen segundas y terceras generaciones de ciudadanos suyos que han nacido allí, que son tan británicos como la reina de inglaterra. Pero se les trata como ciudadanos de segunda por los propios británicos. Esos son los que terminan siendo yihadistas. Aquí lo estamos viendo también, son menos casos, pero también comienza a suceder. Si los gobiernos no se ponen las pilas, vamos a tener un problema. Porque los migrantes van a tener hijos y si a esos hijos no los integramos en la sociedad, se van a rebelar. A nadie le gusta sentirse diferente y al final esa frustración se convierte en odio. Y ese odio se convierte en una persona que coge una furgoneta y atropella a personas en Las Ramblas. Pero como no nos ponemos las pilas, preferimos señalar mejor al inmigrante que viene en patera que al culpable. Así nos va.

¿Qué opina del ascenso de ideologías ultra conservadoras y racistas?

Estos grupos políticos juegan mucho con el miedo de la gente y el miedo es muy poderoso. La gente no quiere cambiar de vida. Ven atentados en otros países y piensan que les va a ocurrir lo mismo en su país. Por eso tienen tantos votos, porque la gente tiene miedo a que les pase lo mismo. Porque la gente no es capaz de pensar por sí misma. Tenemos un problema.

Por último, ¿cómo resumirías tu conferencia y qué destacarías de ella?

Eso lo tendríais que destacar vosotros. Yo resumiría la conferencia como una bofetada de realidad. Estamos acostumbrados a que todo sea muy cool. Pensar que la profesión de periodista de guerra es algo chic como vemos en Hollywood. Entonces, lo que yo he querido mostrar es cómo es la profesión de corresponsal de guerra. Por si alguno de vosotros decide hacerlo, que sepa a lo que se va a atener y que conozca las consecuencias de cubrir zonas de guerra. Yo creo que es una cura de humildad para todos, incluido para mí. El objetivo era mover conciencias, que la gente despertase. Espero que les haya gustado a tus compañeros.

Imagen destacada: fotografía publicada en Twitter por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, @CCComUMA.
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